martes, 19 de mayo de 2009

Vivir no es necesario navegar si

Vivir no es necesario navegar si

Cuando la mirada se poso al infinito
vi las naves y navegantes luchar con la mar
que los hundía en el seno de sus aguas
unas aguas a las que me volvía con amor
solitario mar que descansa
bajo el dulce cielo
brisas juveniles vuelan a mi alrededor
y despiertan en mis ojos chispas
y desconchones anímicos
mientras rompe la espuma
por la playa acariciada
por la luz de la tarde insegura y ventosa
luz cambiante horadada por nubes
de alquiler de irrisorios precios
luz fantasmal de lento atardecer
lisiado ya por mil combinaciones
las primeras luces que brillan
la fragancia otoñal de las hojas muertas
la noche tendía a poblarse de sirenas
llamando a marinos hundidos en la noche
escoltados por miedos arrebatadores
arribando sedientos
con un paisaje amodorrado
nocturno, de fríos dedos
que tocan aquí y allá en la penumbra desolada
de tiendas que carnosamente consumen
a sus moradores nocturnos
escoltados por ancestrales tragedias
que anidan en los recuerdos de noches frías
al calor de lumbres sedientas y curiosas
recuerdos herrumbrosos anaranjados
de seres encadenados que cantan
sus amores desdichados a la luz vacilante
de velones apestosos de humo negro
que da a sus rostros expresiones angulosas
y lo tiñen todo con la patina oscura
de lo desconocido de salvaje terror
con miedo, dolor y lagrimas
que hacen respirar hondo
de nostalgia y largo dolor
que rotas están las olas
en rocas de desazón
que nos hacían gozar con osado animo
acaso es la decadencia humana
la que nos convierte en sus victimas
donde se fueron los ardientes cantos
de sirenas nocturnas que alegraban
mi joven alma colmada de amor perenne
porque se ausentaron esas cantoras
por que bebo de este oscuro cáliz
de amargo sabor de indecible pena

cuando pararan las incontables lágrimas
que colman el rugiente mar de la trémula tierra
que largos son los tiempos para llegar al dorado futuro
cuando beberé el inagotable licor
en dorado vaso soplado a mano
que me llevara a la nueva patria
lleno de fe de añoranza y confiado
en la celestial doncella que me transportara
al reino del amor lejano y ardiente
mire las estrellas con música decadente
de olas nocturnas y voces humanas
me reclamaban a mi para ser eterno
son esas las luces que me guiaran
en mi barca hacia las orillas
del imperio del deseo gratificado
cuando oiré el salvaje toque de la partida
la eterna noche de sueños aun siendo día
cuando veré la tierra extranjera
abandonare lo antiguo por mi nueva casa
encenderé fogata que arderá con vivas y altas llamas
que los hombres reconocerán en celestial resplandor
y las mujeres recordaran y hablaran de gozo y vida
en sus corazones rotos de amor deseado
para perpetuar la que fue mi inocencia
cuando la nostalgia no apacigüe mi abrasadora sed
envuelto en oscura noche volveré a la patria
y en donde flores debían crecer
veré las tumbas donde descansan hace tiempo
mis amadas sirenas
volveré a sentir mi corazón arto y vació
oiré los interminables y misteriosos
llantos lejanos de mis amadas que también
me añoran y me envían soplos de nostalgia
que rompen en las rocas nuestras ataduras
y nos sumergen en el seno de la noche
contare mis pasos en la arena pálida
mientras espero que mi nave dormida
quede varada en la playa para ser reparada
por sirenas rubicundas de hermosos senos
y ojos dorados por el nuevo sol
descansare entre sus largos pelos
a la espera de nuevas brisas
que me lleven lejos muy lejos

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